1. ¿De qué modo las preguntas orientadoras del currículo pueden favorecer el aprendizaje de los estudiantes?
En un ambiente de aprendizaje centrado en el estudiante y basado en proyectos, los alumnos demuestran que cumplen con las expectativas de los diseños curriculares por medio de productos o desempeños. Estas demostraciones del aprendizaje complementan las pruebas y test tradicionales sobre los contenidos curriculares. En lugar de solo recordar información, los estudiantes aplican los nuevos conocimientos para resolver problemas significativos. Los proyectos requieren que ellos usen el conocimiento para convencer a otros de que realmente entienden el tema.
2. ¿Cómo se puede planificar una evaluación continua centrada en el estudiante?
Una meta importante de la evaluación en el aula es mejorar el aprendizaje y documentar el diseño de la enseñanza. La evaluación no es un evento solitario, sino más bien un proceso continuo a lo largo de un proyecto. La evaluación continua reside en el centro del aprendizaje basado en proyecto y provee un mecanismo para que los estudiantes demuestren –de muchas maneras- qué es lo que saben. La evaluación se convierte en una herramienta para el mejoramiento más que en una prueba de inteligencia o de acumulación de datos. Con evaluaciones integradas a lo largo de una unidad de aprendizaje, el docente aprende más acerca de las necesidades de sus estudiantes y puede ajustar el aprendizaje para mejorar el su rendimiento.
A lo largo de una unidad, los docentes recopilan sistemáticamente información acerca de qué y cómo sus estudiantes están aprendiendo. Escuchan las discusiones de pequeños grupos, observan a los estudiantes ocupados en actividades estructuradas y no estructuradas y hacen preguntas mientras trabajan con ellos. Estas evaluaciones continuas -que pueden darse antes y durante la unidad de estudio- se denominan evaluaciones formativas. Los docentes utilizan la información proveniente de estas evaluaciones para efectuar ajustes a la enseñanza y para mantener a los estudiantes encaminados en las tareas del proyecto. Cuando los docentes involucran regularmente a sus alumnos en la recopilación y revisión de esta información, pueden ayudarlos a desarrollarse como estudiantes seguros e independientes.
Las evaluaciones sumativas, aquellas que se dan al final de una unidad o proyecto, pueden proveer información útil si los docentes y los estudiantes le dedican el tiempo para observarlas analíticamente. Los docentes pueden descubrir áreas de debilidad a ser retomadas con mayor profundidad en unidades venideras y con futuros grupos de estudiantes. Los estudiantes pueden identificar áreas problemáticas y fijarse metas para aprendizajes posteriores.
La evaluación para las unidades basadas en proyectos, debe ser planificada para:
- Utilizar una variedad de estrategias de evaluación
- Incluir evaluación a todo lo largo del ciclo de aprendizaje
- Evaluar los objetivos importantes de la unidad
- Involucrar a los estudiantes en los procesos de evaluación
Para ayudar a que los estudiantes se involucren en los procesos de aprendizaje, los docentes deben proveer a los estudiantes con:
- Criterios claros por adelantado
- Modelos y lineamientos para trabajos de alta calidad
- Oportunidades para que monitoreen su propio progreso
- Métodos para brindar retroalimentación constructiva a los compañeros y para incorporar la retroalimentación de los compañeros, para mejorar
el su propio trabajo
- Tiempo para reflexionar y mejorar sus procesos y productos
- Ayuda en la elaboración de nuevas metas para aprendizajes futuros